Es un tipo de cirugía que cuenta con una tasa de éxito superior al 90%. Se considera el avance médico del siglo XX que proporciona a los pacientes la mejor calidad de vida.
Esta es la etapa final del tratamiento de una enfermedad que desgasta el cartílago articular de la articulación de la cadera.
Esta es una cirugía que reemplaza la articulación con un implante. Los implantes suelen constar de tres componentes: el vástago o componente femoral, el acetábulo o acetábulo y la cabeza protésica.
Una vez anestesiado el paciente y preparado el campo quirúrgico, se realiza una incisión en la zona a operar. El área de acceso puede variar según las características del paciente y la preferencia personal del cirujano.
Se expone la articulación de la cadera y se extrae el hueso necesario para implantar la prótesis. Generalmente se corta el cuello y la cabeza femoral y se fresa la porción más superficial del acetábulo. También se perfora una parte del fémur para el vástago de la prótesis de cadera.
Para todos estos pasos se utiliza equipo especialmente diseñado. Los cirujanos realizan lo que se llama reducción de prueba. Durante esta reducción, se coloca una prótesis temporal para poder determinar el tamaño óptimo del componente para la anatomía.
Una vez satisfecho con la selección, se procede a la fijación de los componentes finales (vástago, copa, cabeza femoral y revestimiento en caso de reemplazo total de cadera). Dependiendo de las características del paciente y de la preferencia del cirujano, la fijación puede ser mediante cemento óseo o mediante implantes para fijación biológica u osteointegración.
Finalmente, todas las capas de la herida quirúrgica se cierran con suturas y/o grapas quirúrgicas.
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